"Quería volver a mi infancia en Liverpool, a los sonidos de aquellas melodías que se cantaban en año nuevo", recuerda el bajista inglés en las notas del cuadernillo del disco. Kisses on the Bottom se inicia con I'm Gonna Sit Right Down and Write Myself a Letter, tema de 1935 que hizo famoso el cantante Fats Waller. Por sugerencia del productor LiPuma, McCartney decidió apostar por Diana Krall para todos los acompañamientos y arreglos de piano del álbum, acertada decisión pues es uno de los puntos fuertes de la pianista y esto le aporta en la consistencia necesaria a canciones que tienen un alto grado de dificultad a la hora de ser interpretadas.
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